La siguiente definición acerca de la evolución de la GCP, se repite en el proyecto de grado (Noceti et al, 2005).
La gestión de proyectos de inversión desde un enfoque de gestión de carteras se remonta a 1952 cuando Harry Markowitz introdujo la Teoría de Carteras (MPT por sus siglas en inglés), en una publicación de finanzas de aquel año (Rubinstein, 2002). El MPT describe la manera en que dado un nivel de riesgo, existe un conjunto de inversiones o proyectos de manera de alcanzar un óptimo resultado. En 1990 Markowitz obtuvo el premio Nobel, dado que sus estudios junto a Merton Millar y William Sharpe acerca del manejo de riesgos y retornos aún se utilizan en los mercados financieros.
La mayor parte de los problemas tratados durante los años 60’, 70’ y aún al principio de los 80 estaban asociados con “cómo” proporcionar SI al negocio. Conforme estos problemas se comprendieron mejor y muchos de los sistemas básicos de las organizaciones se automatizaron, la atención se orientó hacia aplicaciones más fructíferas e imaginativas. Este nuevo enfoque trajo aparejado la importancia del “gestión” asociado a proyectos informáticos, de manera de asegurar que esas nuevas aplicaciones aporten el máximo valor al negocio, en tiempo, eficacia y dentro del presupuesto asignado (Curtin, 1996).
El concepto “alineación estratégica”, se introdujo por primera vez en la década del 70’, cuando la TI comenzó a introducirse fuertemente en oficinas de grandes organizaciones. Fue entonces cuando muchos gerentes de sistemas comenzaron a valorar la importancia de la información a la hora de tomar decisiones. Mas adelante, este concepto comenzó a tomar aún más importancia cuando McFarlan y Porter profundizaron en la materia de TI. Porter (1985) impulsó a los gerentes a seguir un nuevo camino basándose en procesos de TI de forma de manejar los componentes de negocio y así alcanzar los objetivos, mientras que McFarlan (1981) fue uno de los primeros en vincular la estrategia organizacional con los SI, asegurando que estos tenían que estar alineados con el plan de negocios
McFarlan (1981) aplicó por primera vez el MPT en la gestión de TI, de manera de aumentar el éxito de los proyectos de tecnología. El autor sugiere a los gestores de proyectos utilizar un enfoque basado en riesgos a la hora de seleccionar y gestionar los recursos de TI. En esa publicación se aconseja a los gerentes de sistemas a tener conocimiento de los riesgos que existen y como estos se vinculan con los proyectos con los cuales conviven el día a día. Conociendo la naturaleza de los riesgos se puede tener un marco en donde basarse a la hora de ubicar recursos y realizar nuevas inversiones, mitigando los riesgos asociados de manera apropiada o en su defecto, gestionarlos dentro de un entorno manejable.
El desarrollo de técnicas continuó a mediados de los 80’. Estas ayudaban a conseguir los objetivos de las empresas y mejorar los métodos operativos, en donde se identificaron nuevas oportunidades de innovación basadas en SI. Como consecuencia de esta expansión, explota la problemática de gestionar una creciente demanda de TI/SI.
En una publicación de la GAO (1994) se describe la manera que grandes organizaciones utilizaban un proceso de inversiones basado en gestión de carteras con el objetivo de seleccionar, controlar y evaluar los proyectos de tecnología. En esta publicación se muestra un criterio para manejar los beneficios, costos y riesgos asociados con los mismos. Las organizaciones aseguraban que el uso de la GCP los ayudaba a encontrar el conjunto ideal de proyectos de manera de mitigar riesgos y aumentar las ganancias. Como resultado se lograba un mejor balance entre las inversiones que se estaban realizando y las iniciativas estratégicas.
En 1998 GAO continuó promoviendo la gestión de TI a través del uso de GCP en un reporte de ese año, en donde se presenta como un importante recurso dentro de una organización. Thorp (1998) describe a la GCP como uno de los componentes fundamentales para alcanzar beneficios organizacionales haciendo uso de las TI.
Los años 90’ y los transcurridos en la década actual se caracterizan por una demanda cada vez mayor de nuevos SI y de adaptación de los sistemas existentes a las nuevas arquitecturas basadas en tecnología Web. El requisito actual para la dirección de TI/SI es hacer más con menos inversión o lo que es similar, optimizar la rentabilidad de las inversiones en TI. Ello implica un mayor control en los gastos así como un profundo conocimiento de los beneficios que los nuevos sistemas proporcionarán al negocio según las estrategias corporativas definidas por la alta dirección para la empresa y para cada unidad de negocio. Esto es lo que varios autores llaman el “alineamiento de los objetivos de TI con los de la organización”, (Kendall y Rollins, 2003) y el es el punto de partida para la GCP.
Hoy día muchas empresas están comenzando a adaptar este enfoque de GCP aunque otras desconocen la importancia de esta disciplina en la gestión organizacional.
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